La Generalitat Valenciana defiende su actuación ante las intensas lluvias que ya han dejado 95 muertos. El aviso a la población llegó ocho horas después de que las precipitaciones comenzaran a desbordar barrancos en varias zonas.
Las lluvias torrenciales empezaron en la madrugada del martes, y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitió la alerta roja a las 7:30 de la mañana, advirtiendo de un riesgo meteorológico extremo, con fenómenos “no habituales de intensidad excepcional y un peligro muy alto para la población”.
Al decretar la alerta roja, Aemet activó el protocolo de emergencia por la alta peligrosidad, especialmente en áreas vulnerables a inundaciones. La demora en avisar a los ciudadanos ha generado fuertes críticas entre vecinos y representantes de la oposición, quienes consideran que una respuesta más rápida habría reducido la cantidad de víctimas y los daños causados.
La Generalitat insiste en que actuó según los procedimientos establecidos y afirma que las autoridades tomaron todas las medidas posibles para afrontar el desastre. Sin embargo, esta defensa no ha sido suficiente para la población, que lamenta la pérdida de vidas y la devastación material provocada por el temporal.