Servicios en riesgo: la Policía advierte que «no habrá personal suficiente para la seguridad ciudadana»
Baleares está viviendo un pico alarmante de llegadas de pateras. En solo 48 horas, han arribado 38 embarcaciones con 603 inmigrantes a bordo, lo que ha desbordado la capacidad de la Policía Nacional en las islas. «Estamos desbordados», afirma Chechu Enríque, secretario general de Jupol, el sindicato mayoritario de la Policía Nacional en Baleares. “No hay espacio ni recursos para gestionar esta llegada masiva», recalca con preocupación.
«Mallorca no tiene infraestructuras para esta emergencia»
En el puerto de Palma, aún permanecen policías custodiando a inmigrantes que no han podido ser trasladados a un lugar seguro. Las instalaciones del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) en Son Tous ya están al límite, señala Enríque. «No cabe nadie más y no sabemos qué hacer», lamenta, comparando la situación con la crisis que enfrenta Canarias.
El CATE, compuesto por módulos prefabricados diseñados para albergar temporalmente a quienes llegan en patera, ha resultado insuficiente ante la afluencia masiva de las últimas horas. La Policía Nacional ha desplegado todos sus efectivos para gestionar esta situación, pero desde el sindicato advierten que los agentes están al límite de sus capacidades.
«Los agentes están desbordados y se están duplicando los turnos»
La situación de los policías de Baleares es crítica. «Ahora mismo, el 70-80% de todos los agentes de Mallorca están dedicados exclusivamente a la atención de inmigrantes, en especial las unidades de Seguridad Ciudadana, Extranjería y Policía Científica», explica Enríque. Esto ha llevado a que los servicios habituales, como la atención de emergencias en el 091, estén funcionando con el mínimo personal necesario, sin poder garantizar una respuesta efectiva a todas las solicitudes de ayuda ciudadana. «Es evidente que se quedarán servicios sin cubrir», advierte.
Jupol advierte
En Jupol temen que este aumento en las llegadas sea el inicio de un cambio estratégico de las mafias que trafican con personas. «Nos alarma que las mafias estén viendo Baleares como una de las rutas preferidas para entrar a Europa», comenta Enríque. La situación, según el sindicato, es insostenible y pone en jaque no solo la capacidad de la Policía, sino también la seguridad y los recursos de la región.