El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llegado a Brasil para participar en la cumbre del G20, un evento clave en el calendario internacional. Sin embargo, la atención mediática no se centra únicamente en su agenda política, sino también en la compañía que lleva: su esposa, Begoña Gómez, quien enfrenta un proceso judicial en España.
Gómez, imputada en una investigación judicial, debía comparecer esta semana ante el juez, pero alegó compromisos internacionales para evitar la cita. Según sus declaraciones, el viaje a Brasil era ineludible, pese a no ocupar ningún cargo institucional que justificara su presencia oficial en el encuentro del G20.
🇧🇷🇪🇸 | Pedro Sánchez llega a Brasil para la cumbre del G20 junto a su mujer, la imputada Begoña Gómez, que a pesar de no tener ninguna función institucional alegó que tenía que viajar a Río de Janeiro para no comparecer esta semana ante el juez . pic.twitter.com/iPpbuzbXQU
— ʜᴇʀQʟᴇs (@herqles_es) November 18, 2024
Esta decisión ha generado críticas y especulaciones, especialmente desde la oposición, que acusa al presidente de utilizar recursos públicos para proteger los intereses personales de su entorno familiar. A su vez, fuentes cercanas al Ejecutivo han intentado restar importancia al asunto, calificándolo de una «coincidencia de agenda».
La cumbre del G20, que se celebra en Río de Janeiro, reúne a los principales líderes mundiales para abordar temas como la economía global y el cambio climático. No obstante, la presencia de Gómez podría desviar parte del foco mediático hacia la controversia que rodea su situación judicial.
Contexto político y repercusiones
Este episodio se suma a una lista creciente de críticas hacia el Gobierno en la gestión de la transparencia y el uso de recursos públicos. En un momento clave previo a las elecciones, los acontecimientos en Brasil podrían tener consecuencias políticas significativas en el panorama español.