En España, algunos medios de comunicación afines a Pedro Sánchez han decidido abandonar X (antiguamente conocida como Twitter). Sin embargo, enfrentan un problema: no encuentran una alternativa clara. Bluesky, la red social que está captando usuarios en Estados Unidos, sigue siendo mayoritariamente un espacio dominado por usuarios angloparlantes, con poca relevancia en nuestro país.
A pesar de ello, Bluesky está en pleno auge. En el momento de escribir estas líneas, la red social cuenta con casi 20 millones de usuarios registrados, según su contador público en tiempo real. Con un crecimiento de un millón de usuarios al día, la plataforma se perfila como la alternativa más seria a X en los últimos años.
¿Quién está detrás de Bluesky?
Aunque Jack Dorsey, fundador de Twitter, tuvo la idea inicial del proyecto, el liderazgo de Bluesky no recae en él. La encargada de dirigir esta nueva red social es Jay Graber, una joven CEO de 33 años.
Graber lidera un equipo compacto, compuesto por apenas 20 empleados a tiempo completo, aunque no se ha detallado la cantidad de trabajadores a tiempo parcial o colaboradores externos. Según un informe de The New York Times, este pequeño equipo está centrado en gestionar el crecimiento acelerado de la plataforma, resolviendo problemas técnicos, caídas de servicio y moderación de contenido.
Orígenes de Bluesky
Bluesky comenzó como un proyecto financiado por la propia Twitter. Sin embargo, cuando Elon Musk adquirió la red social, cortó todo vínculo financiero con esta iniciativa. Posteriormente, Bluesky logró recaudar más de 23 millones de dólares en dos rondas de financiación, un impulso que ha permitido que el proyecto siga avanzando mientras define su modelo de negocio.
Filosofía y diferencias clave
Bluesky apuesta por una filosofía radicalmente diferente a la de otras redes sociales. Frente a gigantes como Facebook, Instagram o TikTok, que funcionan como «jardines amurallados», Bluesky propone un protocolo abierto. Este modelo permite que desarrolladores independientes creen sus propias plataformas sociales utilizando la infraestructura de Bluesky.
Su directora de operaciones, Rose Wang, resumió el propósito de la red al afirmar que «está construida por la gente, para la gente». Según Wang, el algoritmo de Bluesky no prioriza publicaciones polarizantes ni busca favorecer a las marcas más grandes.
¿Qué esperar del futuro de Bluesky?
Jay Graber, su CEO, ha dejado clara la visión de la plataforma:
«Queremos construir algo que asegure que los usuarios tengan libertad para moverse y los desarrolladores libertad para construir. […] Si alguien tiene una idea para mejorar el estado de las redes sociales, no tiene que presionarnos para cambiar las cosas. Pueden hacerlo ellos mismos».
Bluesky ya está atrayendo a un importante número de usuarios desencantados con X, muchos de los cuales abandonaron la plataforma tras la polémica gestión de Elon Musk o el regreso de Donald Trump a la política activa.
En España, la adopción de Bluesky aún es limitada, pero si continúa creciendo al ritmo actual, podría convertirse en una opción interesante frente a las redes tradicionales.