Los residentes de la urbanización Ses Rotgetes, en Esporles, han manifestado su preocupación por la presencia de un centro de menores no acompañados que, según denuncian, opera sin la licencia necesaria. El chalet, que alberga a menores argelinos trasladados desde Formentera, ha generado quejas de los vecinos, quienes aseguran que la actividad no cuenta con los permisos adecuados para su ubicación en suelo rústico.
Un verano de tensiones y molestias
Los vecinos afirman que han vivido un «verano de pesadilla» debido al ruido y la falta de control sobre el número de menores alojados, que en algunos momentos ha superado la capacidad del chalet. Denuncian que el centro, gestionado por la fundación SAMU, ha llegado a albergar hasta 20 jóvenes, cuando no debería tener más de 8 según las normativas locales. Los residentes señalan que no se oponen a la presencia de un centro de acogida, pero exigen que se respeten las normas y el civismo en la convivencia.
La jurisprudencia de Santanyí
Los afectados recuerdan que ya existe un precedente legal que respalda su demanda. En diciembre de 2022, un juez ordenó el cierre de un centro de menores en Santanyí, también ubicado en suelo rústico y sin licencia, a petición del ayuntamiento local. Los vecinos de Ses Rotgetes argumentan que el caso de Esporles es similar y exigen una respuesta rápida por parte de las autoridades.
El Consistorio consulta con el Consejo de Mallorca
El alcalde de Esporles, el separatista Josep Ferrà, ha informado que una de las denuncias ha sido remitida a la Agència de Disciplina del Territori para determinar si el centro está incumpliendo las normativas urbanísticas. Ferrà también ha indicado que, según la ordenanza insular de Mallorca, no sería necesaria una autorización si el número de menores alojados es inferior a ocho, por lo que se están solicitando datos adicionales a las administraciones responsables.
Los vecinos señalan que el Ayuntamiento no tomó ninguna medida cuando el chalet se alquilaba a turistas, quienes organizaban fiestas que perturbaban su descanso durante meses. Según ellos, a pesar de las denuncias por ruido y alteración de la convivencia, las autoridades no actuaron en su momento para frenar las molestias constantes que afectaban a toda la urbanización.
Acciones legales en el horizonte
Si el Ayuntamiento de Esporles no toma medidas para cerrar el centro, los vecinos han anunciado que recurrirán a todos los medios legales a su disposición para hacer cumplir la normativa. La situación continúa siendo tensa, y el futuro del centro en Ses Rotgetes sigue siendo incierto.