El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), elaborado entre el 2 y el 7 de noviembre, ha generado polémica al no incluir preguntas sobre la DANA que devastó varias localidades de Valencia. Este fenómeno, que tuvo lugar el 29 de octubre, centró la atención mediática en días posteriores, pero no parece haber sido considerado relevante por el organismo dirigido por José Félix Tezanos, conocido por su afiliación socialista.
La DANA, ausente en el barómetro
Pese a la devastación que causó y su fuerte impacto informativo, el CIS relegó la DANA al puesto número 18 en la lista de problemas que preocupan a los españoles, con solo un 4,2% de menciones. Mientras tanto, otros temas como la educación, la inseguridad ciudadana o la corrupción aparecen por delante. Esto ha generado críticas, ya que la encuesta coincide con días de máxima incertidumbre sobre los daños, desaparecidos y víctimas mortales en la Comunidad Valenciana.
Además, aunque el barómetro registra una caída de dos puntos del Partido Popular —atribuida en parte a la gestión del desastre meteorológico por el gobierno de Carlos Mazón—, sorprendentemente, no se formula ninguna pregunta directa sobre la DANA ni su impacto.
Problemas políticos y vivienda lideran las preocupaciones
En el barómetro de este mes, los problemas políticos se posicionan como la principal preocupación en España, mencionados por un 23,8% de los encuestados, un aumento de 5,2 puntos respecto al mes anterior. Este dato se acerca al récord del año, alcanzado en enero con un 24,3%.
Por su parte, la vivienda sube a la segunda posición con un 22,5%, aunque ligeramente por debajo del mes anterior, cuando alcanzó el 22,7%. La tercera posición queda para los problemas económicos, mientras que el paro, tradicionalmente una preocupación destacada, ha descendido en importancia relativa.
¿Manipulación o desinterés?
La omisión de un tema tan relevante como la DANA en el barómetro refuerza las críticas de quienes acusan al CIS de actuar como una herramienta propagandística del Gobierno. La percepción generalizada es que el organismo, en lugar de reflejar fielmente las preocupaciones de los ciudadanos, prioriza temas que beneficien al discurso oficial.