Como si se tratara de modernos cazatesoros, los submarinistas suelen desenterrar secretos del océano. Esta vez, sin embargo, el hallazgo no fue un tesoro, sino una revelación que ha cerrado un largo capítulo de dolor para dos familias. Durante un intento de récord de profundidad en el famoso acantilado Tombant des Amériques en Niza, el submarinista Víctor Yazbeck hizo un descubrimiento inesperado: los cuerpos de dos buceadores desaparecidos hace tres décadas.
Un hallazgo en las profundidades
Yazbeck, buceador belga de origen libanés, se encontraba explorando el acantilado cuando notó algo inusual. A 111 metros de profundidad, identificó una forma que parecía humana y decidió investigarla. Tras informar a las autoridades, la gendarmería marítima de Niza organizó una expedición con ayuda de la unidad especializada Cephismer y el uso del robot submarino Diomede, diseñado para exploraciones profundas.
Un rescate tras 8 horas de búsqueda
La búsqueda duró ocho horas en condiciones de visibilidad reducida, pero finalmente el robot capturó imágenes claras de un equipo de buceo. Gracias a las pruebas de ADN realizadas posteriormente, se confirmó que los cuerpos pertenecían a Daniel Varnier y Christian Thubet, dos buceadores desaparecidos el 4 de diciembre de 1993. Este hallazgo cierra el ciclo de una dolorosa espera para sus familias.