Refuerzan la presencia policial para evitar saqueos
La cifra de detenidos por saqueos en las áreas más afectadas por las lluvias en Valencia ya alcanzó los 75. Las fuerzas de seguridad intensificaron su presencia en un esfuerzo conjunto de la Policía Nacional y la Guardia Civil, quienes trabajan para proteger a la comunidad. Hasta el momento, la Policía Nacional capturó a cincuenta de los detenidos, mientras que la Guardia Civil registró catorce detenciones.
Aprovechan el caos para saquear vehículos y tiendas
Muchos detenidos actuaron aprovechando el caos que provocaron las lluvias, robando vehículos abandonados por sus dueños cuando intentaban escapar de las inundaciones. En un operativo reciente, la Policía arrestó a cuatro personas que saqueaban coches, mientras que otras cinco participaron en el robo de una joyería en el centro comercial Bionaire de Aldaya. La Fiscalía solicitó prisión preventiva para estos detenidos, y los jueces probablemente impondrán penas de entre tres y cinco años para los casos más graves.
Las dificultades logísticas complican el control de la situación
El despliegue policial en Valencia enfrenta obstáculos logísticos debido a la extensión de las zonas afectadas y al mal estado de las carreteras, lo cual dificulta el acceso a puntos vulnerables. Estas limitaciones brindan oportunidades a algunos delincuentes para irrumpir en locales comerciales, supermercados y viviendas desprotegidas. Mientras tanto, una parte importante de los recursos policiales se destina a la asistencia de la población damnificada, aumentando la presión sobre el dispositivo de seguridad.
Solicitan mayor coordinación para enfrentar la crisis
A pesar del esfuerzo desplegado, sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil insisten en la necesidad de más recursos y una colaboración más estrecha para enfrentar la crisis. Proponen contribuir con medios adicionales, aunque expertos en gestión de emergencias recomiendan una coordinación centralizada. Destacan que el centro de mando debe gestionar la información y asignar recursos estratégicamente para evitar más saqueos en las zonas afectadas.