El escenario político en Venezuela ha dado un giro dramático tras la autoproclamación de Edmundo González Urrutia como presidente legítimo del país. En un vídeo difundido en sus redes sociales, el líder opositor llamó al Ejército a desobedecer a Nicolás Maduro y garantizar la seguridad de su retorno. González ha calificado la reciente investidura de Maduro como un «golpe de estado» y ha reforzado su compromiso de restaurar la democracia en el país.
Un mensaje de desafío: el vídeo de González
En un vídeo de cuatro minutos, González aparece junto a una bandera de Venezuela y un rótulo que lo identifica como “Presidente de la República Bolivariana de Venezuela”. Durante su mensaje, expresó:
“Represento la voluntad de casi ocho millones de venezolanos dentro de la patria y de millones en el extranjero a quienes se les impidió votar. Tengo el deber de defender ese compromiso”.
Además, pidió directamente a las fuerzas armadas que desconozcan las órdenes de Maduro, al que calificó como “dictador”, y aseguró estar trabajando para regresar al país de forma segura y en el momento oportuno.
Un llamado al Ejército y una acusación de golpe de estado
El líder opositor enfatizó que el cierre del espacio aéreo y el despliegue de aviones militares son maniobras de Maduro para evitar su regreso. Según González:
“Maduro consuma un golpe de estado, se autocorona dictador. No lo acompaña el pueblo ni ningún gobierno que se respete como democrático”.
El opositor también comparó la situación con la reciente detención de María Corina Machado, otra figura clave de la oposición, durante las manifestaciones en Caracas.
Contexto internacional y reacciones
Tras su gira por América, González ha buscado el respaldo de la comunidad internacional para consolidar su posición. Su mensaje llega en un momento de alta tensión, con un país dividido entre el apoyo al oficialismo y la oposición, que sigue denunciando irregularidades en las elecciones.
¿Qué sigue para Venezuela?
La autoproclamación de González abre una nueva etapa en la crisis venezolana. Con Maduro en el poder y González reclamando la presidencia, el papel del Ejército y la presión internacional serán determinantes en los próximos días.