Un macabro hallazgo tuvo lugar el pasado domingo en una zona boscosa cerca de Valldemossa, donde un cadáver momificado fue descubierto entre los matorrales. Las primeras investigaciones apuntan a que el hombre, de unos 60 años, podría haber fallecido hace varios meses, posiblemente durante el verano, dado su vestimenta ligera.
Un descubrimiento fortuito
El cuerpo fue encontrado por un recolector de setas en torno a la una y media del mediodía, cerca de la carretera MA-10, entre Valldemossa y Deià. El fallecido, que no llevaba documentos de identificación, estaba tumbado boca arriba con una bolsa bajo la cabeza, lo que sugiere que murió mientras descansaba. Vestía pantalones cortos, un jersey y sandalias.
¿Qué se sabe hasta ahora?
Agentes de la Guardia Civil acudieron al lugar del hallazgo junto a una comisión judicial. La inspección inicial y la posterior autopsia descartaron signos de violencia. Sin embargo, las causas del fallecimiento no se han determinado aún. Muestras de tejidos han sido enviadas al Laboratorio de Toxicología en Barcelona para un análisis detallado.
Identificación en curso
La Guardia Civil continúa investigando la identidad del fallecido, revisando bases de datos y comparando características con las de personas desaparecidas. A pesar de los avances forenses, la falta de documentación ha complicado el proceso de identificación.
Contexto sobre la momificación
La momificación natural ocurre bajo ciertas condiciones ambientales, como baja humedad y temperaturas elevadas, que ralentizan la descomposición. En este caso, el proceso sugiere que el hombre podría haber muerto durante el verano.