El radón, un gas radiactivo invisible y sin olor, se libera de forma natural desde el subsuelo y representa un riesgo importante para la salud pública, siendo la segunda causa de cáncer de pulmón en el mundo después del tabaco. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Plan Nacional Contra el Radón en España alertan sobre sus peligros, especialmente en ciertas regiones del país.
¿Qué es el gas radón y por qué es tan peligroso?
El radón se produce de forma natural en el suelo y rocas, alcanzando la superficie a través de grietas y otras aberturas. Este gas inodoro y radioactivo se concentra fácilmente en espacios cerrados como viviendas y oficinas. Al ser inhalado, sus partículas radiactivas se depositan en las células de las vías respiratorias, dañando el ADN y aumentando significativamente el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente en personas no fumadoras.
Según la OMS, el radón es la primera causa de cáncer de pulmón en no fumadores y la segunda en fumadores. Este gas fue identificado como cancerígeno en trabajadores de minas de uranio, quienes estaban expuestos a altas concentraciones. Hoy en día, las áreas de mayor riesgo en España incluyen Galicia, Asturias, Extremadura y partes de Castilla y León, Madrid y Andalucía, donde las formaciones graníticas facilitan la liberación del radón.
Estrategias para reducir el riesgo en España
El Gobierno de España y diversas comunidades autónomas han impulsado estrategias de medición y reducción del radón. Por ejemplo, en Galicia, la Estratexia Galega Reduce Radón establece cinco líneas de acción para 2025-2030, incluyendo:
- Monitoreo de niveles de radón en colegios, hospitales y viviendas.
- Vigilancia epidemiológica para prevenir y reducir los efectos en la salud.
- Educación y comunicación sobre los riesgos del radón.
- Gestión del riesgo a través de una comisión especializada.
- Desarrollo de medidas arquitectónicas para minimizar la entrada de radón en edificios.
Estas acciones buscan mitigar el impacto del radón en la salud pública, siendo fundamentales en las regiones más expuestas del país.
Consejos para reducir la exposición en el hogar
El radón puede ingresar a las viviendas a través de grietas en suelos, paredes y otras vías, acumulándose especialmente en sótanos y bajos. Algunas recomendaciones prácticas incluyen:
- Ventilación diaria para renovar el aire interior.
- Sellado de grietas y fisuras en suelos y paredes.
- Instalación de barreras o sistemas de extracción en zonas de alto riesgo.
Estos consejos son esenciales para reducir los niveles de radón y proteger la salud de quienes viven en áreas vulnerables.