Ángel Gaitán, conocido por su experiencia en el sector automovilístico, ha lanzado una alerta sobre los riesgos asociados a la manipulación de vehículos eléctricos que han sido dañados por inundaciones, como las ocasionadas por la DANA. En un reciente vídeo, Gaitán adquirió varios módulos de baterías afectadas para demostrar un problema crítico: los módulos inundados pierden su capacidad de aislamiento eléctrico, convirtiéndose en un peligro potencial.
Un peligro latente en las baterías afectadas
Con una prueba sencilla pero impactante, Gaitán mostró que la carcasa del módulo de una batería dañada alcanza una carga de 48 voltios, una cifra alarmante. Este nivel de voltaje implica que los vehículos eléctricos que permanecen apilados en depósitos o talleres representan un riesgo de descarga eléctrica, no solo para los vehículos circundantes, sino también para las personas encargadas de manipularlos.
¡Qué alguien me lo explique! 🧤👌🏽 pic.twitter.com/syNiEoAaN9
— Angel Gaitan (@Angel_gaitan_of) December 3, 2024
¿Quién asume la responsabilidad?
En su vídeo, Gaitán plantea una pregunta directa a las autoridades y expertos políticos:
«¿Y ahora qué? Políticos, vosotros que sabéis tanto, ¿quién va a reciclar esto? ¿Quién lo va a transportar o manipular con las debidas medidas de seguridad? Que alguien me lo explique.»
Estas cuestiones subrayan una falta de planificación en el manejo de este tipo de residuos, que combinan peligros eléctricos con impactos medioambientales significativos.
Urge una solución regulatoria
La denuncia de Gaitán pone de relieve la necesidad de protocolos claros y efectivos para el tratamiento de baterías de vehículos eléctricos dañadas. Esto incluye:
- Planes de reciclaje especializados.
- Capacitación adecuada para técnicos y transportistas.
- Regulaciones estrictas que aseguren la manipulación segura de estos módulos.
El creciente uso de vehículos eléctricos en Europa exige que estas cuestiones sean atendidas con rapidez para evitar riesgos de accidentes y daños ambientales.