En un episodio reciente de un podcast, la escritora y actriz catalana Juana Dolores provocó un fuerte debate con unas declaraciones que muchos consideran inaceptables dentro de los límites de la libertad de expresión. Al responder a la pregunta «¿A quién mataría?», Dolores señaló directamente a Roro, una influencer destacada por liderar una iniciativa humanitaria durante la tragedia de Valencia. Allí, junto a un equipo de voluntarios y chefs, distribuyó hasta cinco mil raciones diarias de comida.
Dolores no se limitó a mencionar su nombre, sino que la insultó llamándola «reaccionaria» e «imbécil». Además, lanzó acusaciones infundadas al sugerir que Roro se lucró políticamente de la tragedia. Estas palabras desataron una ola de críticas desde distintos sectores, especialmente conservadores, que rechazaron la violencia implícita en este tipo de comentarios.
¿Un ataque gratuito o algo más?
Las palabras de Juana Dolores intensificaron la tensión política al atacar directamente a una persona que no tiene relación con partidos políticos como VOX. Roro ha ganado reconocimiento público por su capacidad para movilizar recursos y ofrecer ayuda desinteresada en situaciones de crisis. Su trabajo solidario en Valencia no solo asistió a miles de personas, sino que demostró el impacto positivo de la colaboración ciudadana.
Juana Dolores dice que mataría a Roro, la llama “puta fea” y “puta nazi”
“Fue a Valencia a lucrarse y sacar rédito político de la tragedia”. pic.twitter.com/mdCW7x1d4p
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) December 10, 2024
Contexto y reacciones
Este incidente refleja el alto grado de polarización política en España y la facilidad con la que algunas figuras públicas recurren a insultos y ataques personales en lugar de fomentar un debate constructivo. Líderes conservadores ya han solicitado una disculpa pública de Juana Dolores y pidieron que la justicia evalúe si sus palabras constituyen un delito de odio.
Por otro lado, los seguidores de la escritora intentaron defenderla alegando que se trataba de un comentario satírico, pero este argumento no logró calmar la indignación general.
Libertad de expresión con límites
Las declaraciones de Dolores reabrieron el debate sobre los límites de la libertad de expresión. Mientras muchos consideran que el arte y la literatura pueden incomodar y provocar, también señalan que nadie debe usar este derecho para justificar ataques personales o incitaciones a la violencia.