Víctor de Aldama ha dado un giro inesperado en su caso. El empresario, investigado por su papel en una trama de hidrocarburos, confesó varios delitos ante el juez Santiago Pedraz. Además, ofreció información nueva que podría ser clave para avanzar en el caso. Su estrategia, aunque arriesgada, le permitió salir de prisión en pocas horas. Ahora, su defensa trabaja para reducir las posibles penas, que superan los 20 años de cárcel.
Admisión de los hechos y promesa de colaboración
Aldama reconoció los delitos y aportó pruebas durante su declaración. Esto convenció a la Fiscalía Anticorrupción, que solicitó su liberación inmediata. El juez aceptó y le impuso medidas cautelares: le retiraron el pasaporte y le prohibieron salir de España.
La confesión, según expertos como Juan Gonzalo Ospina, elimina riesgos importantes. Ahora es menos probable que Aldama destruya pruebas o huya del país. Además, el empresario ha prometido colaborar activamente con la investigación. Esta actitud podría convertirse en una importante atenuante en el juicio.
¿Reducción de condena a la mitad?
El abogado Alfredo Arrién destaca que la «colaboración activa» y la «confesión tardía» de Aldama pueden jugar a su favor. Si el tribunal las considera atenuantes, su pena podría reducirse en uno o dos grados. Esto significaría que la condena de más de 20 años podría reducirse hasta la mitad.
Sin embargo, esta estrategia no está exenta de riesgos. Arrién explica que, aunque reducir la pena es positivo, Aldama podría enfrentarse a consecuencias graves en su reputación y a nuevas acciones legales de las personas implicadas en sus confesiones. El PSOE ya ha iniciado medidas legales en su contra.
¿Una estrategia valiente o conservadora?
La estrategia de Aldama ha generado opiniones divididas. Para Arrién, su defensa eligió un camino conservador que busca tranquilidad al evitar el riesgo de una condena mayor. Sin embargo, Ospina considera que es una apuesta valiente, ya que todas las declaraciones de Aldama deberán probarse con evidencias externas. Esto incluye mensajes, fotos, geolocalización o testigos que respalden sus palabras.
Por ahora, la confesión ha permitido a Aldama ganar tiempo y evitar la cárcel. Su colaboración con la justicia lo posiciona como una pieza clave en la investigación. Aunque polémica, su estrategia podría marcar un antes y un después en este caso.
