La reforma migratoria de la UE: un giro drástico
La Unión Europea está dispuesta a revisar su política migratoria y modificar la Convención sobre Refugiados de 1951. Este tratado internacional, que ha sido la base del derecho de asilo durante décadas, se enfrenta a cuestionamientos debido al aumento de la inseguridad y las dificultades para gestionar la actual crisis migratoria.
El nuevo enfoque busca facilitar la deportación de inmigrantes cuyas solicitudes de asilo hayan sido denegadas o que hayan cometido delitos, algo impensable en el marco de las actuales regulaciones.
El cuestionamiento del principio de no devolución
El eje central de esta posible reforma se encuentra en el principio de «no devolución», que prohíbe enviar a una persona a un país donde su vida o libertad puedan estar en peligro. Varios Estados europeos consideran que este principio es insuficiente para hacer frente a la presión migratoria actual.
Puntos clave
- Revisión de la Convención de 1951: la base del derecho de asilo podría sufrir cambios significativos.
- Cuestionamiento del principio de no devolución: los Estados miembros buscan mayor flexibilidad.
- Centros de repatriación externos: una estrategia para gestionar deportaciones fuera del territorio europeo.
Centros de repatriación fuera de la UE
Entre las propuestas estudiadas destaca la creación de centros de repatriación fuera de las fronteras europeas. Además, se planea acelerar los trámites para deportar a inmigrantes rechazados o con antecedentes penales, en un esfuerzo por reforzar la seguridad y el control de las fronteras.
Influencia internacional: ¿un efecto dominó?
Este cambio de postura coincide con la reciente aplicación de un plan de deportación masiva en Estados Unidos por parte de Donald Trump, lo que algunos analistas sugieren que podría haber influido en la decisión de la UE.