El 2024 marcó un año de contrastes en España. Aunque el país lideró el crecimiento económico entre los países desarrollados, no todos se beneficiaron por igual. Mientras los asalariados del sector privado lograron superar la inflación, los funcionarios encadenaron su tercer año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo.
Los funcionarios: los grandes perjudicados
La subida salarial del 2,5% acordada para los empleados públicos quedó nuevamente por debajo del Índice de Precios de Consumo (IPC), que cerró el año con un incremento del 2,8%. Esta diferencia ha generado un acumulado negativo durante los últimos tres años. En total, los precios subieron cerca del 15%, mientras que los salarios públicos aumentaron solo un 9,8%.
Además, el pacto firmado en 2022 entre sindicatos y el Gobierno, que ya expiró, no ha logrado proteger a este colectivo de la erosión inflacionaria. La situación recuerda los años de la gran recesión, donde los salarios públicos sufrieron congelaciones y recortes significativos.
Reclamaciones sindicales
Con la necesidad de un nuevo acuerdo retributivo, los sindicatos exigen al Gobierno medidas que permitan recuperar el poder adquisitivo perdido. Aunque es cierto que los salarios públicos son, en promedio, más elevados que los del sector privado, la creciente brecha respecto a la inflación plantea una presión adicional.
Los asalariados del sector privado toman ventaja
En el ámbito privado, el panorama ha sido más alentador. Los incrementos salariales pactados en convenio se situaron en un 3,1% de media, mientras que el coste salarial interanual subió un 4,1%, según el INE. Este avance permitió a los trabajadores del sector privado superar la inflación, marcando un cambio significativo respecto a años anteriores.
Sectores con mayores subidas
Algunos sectores destacaron por notables incrementos salariales, entre ellos:
- Industrias extractivas: 6,4%
- Sanidad y servicios sociales: 6,2%
- Actividades profesionales y técnicas: 6,3%
- Hostelería y otros servicios: alrededor del 4,9%
Pensiones y subsidios: blindados frente a la inflación
Los pensionistas, que representan el segundo mayor colectivo de rentas en España, vieron cómo sus prestaciones crecieron al mismo ritmo que la inflación (2,8%). Sin embargo, en casos específicos, los incrementos fueron mayores:
- Pensiones mínimas: +6%, alcanzando hasta un 9% con cargas familiares.
- Prestaciones no contributivas e ingreso mínimo vital (IMV): +9%.
Por su parte, los subsidios al desempleo para trabajadores en paro también registraron incrementos significativos, especialmente en el primer año de prestación (+15,6%).
Perspectivas para 2025: un año de ajustes
Con el final del pacto salarial vigente, el 2025 se presenta como un año clave para redefinir las políticas retributivas. Entre los retos, destaca la necesidad de equilibrar las subidas salariales públicas y privadas, además de garantizar la sostenibilidad de las pensiones y ayudas sociales.