La derrota del Real Madrid ante el Milan en el Santiago Bernabéu (1-3) expuso los problemas que lastran al equipo en este inicio de temporada. Desde el comienzo, los errores defensivos y la falta de coordinación permitieron al Milan, aunque alejado de sus días de gloria, aprovechar las carencias blancas. El primer gol llegó temprano, con un cabezazo de Thiaw tras un saque de esquina bien ejecutado por Pulisic, dejando en evidencia a una defensa despistada y un Lunin que no reaccionó a tiempo.
Vinicius empata el partido
Poco después, el Real Madrid logró igualar gracias a la insistencia de Vinicius. El brasileño generó un penalti que él mismo ejecutó con precisión, manteniendo viva la esperanza para el equipo. Sin embargo, el empate duró poco. El Milan, impulsado por Rafael Leão y Morata, retomó el liderazgo cuando un rechace quedó en pies de Morata, quien envió el balón al fondo de la red, silenciando el Bernabéu y desatando la frustración entre la afición.
El tercer gol del Milan sella el destino del Madrid
En la segunda mitad, los cambios de Ancelotti, como la entrada de Camavinga y Brahim, no lograron frenar las acometidas del Milan. El equipo italiano continuó encontrando huecos en la defensa, y finalmente Reijnders anotó el 1-3 definitivo tras una jugada habilidosa de Leão. Un intento tardío de Rüdiger para recortar distancias terminó en frustración al anularse por fuera de juego, cerrando otra noche dolorosa para el Madrid y sus seguidores.
Mbappé, sin acierto
Kylian Mbappé no tuvo una noche inspirada. Aunque intentó generar ocasiones con algunos regates, su falta de precisión y la desconexión en el ataque impidieron que tuviera un impacto en el juego. La frustración de la afición se hizo evidente, esperando un rendimiento superior del delantero en un partido crucial como este.