El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, ha pedido esta semana a la comunidad internacional que garantice la seguridad de los cristianos en Siria y en Oriente Medio tras la caída de Bashar al Assad. Este llamamiento se produjo tras una reunión entre Szijjártó y su homólogo israelí, Gideon Sa’ar, en la que se debatió la situación en la región.
Compromiso con la paz y los derechos de las minorías
Szijjártó destacó en una publicación en Facebook que tanto Hungría como Israel comparten el interés en preservar la paz y la estabilidad en Oriente Medio. Enfatizó la necesidad de proteger los derechos de las comunidades religiosas y otras minorías vulnerables, alertando sobre el riesgo de que grupos extremistas tomen el control de la región.
«Vigilamos con especial sensibilidad el destino de las comunidades cristianas. Les brindamos asistencia humanitaria constante y esperamos que la comunidad internacional garantice el respeto de sus derechos», declaró Szijjártó.
El Gobierno húngaro ha mantenido una postura firme en la defensa de las comunidades cristianas, combinando acciones humanitarias con un llamamiento a la cooperación internacional.
Fortalecimiento de las fronteras de la UE
En otro frente, el ministro del Interior de Hungría, Sándor Pintér, resaltó la importancia de proteger las fronteras exteriores de la Unión Europea tras una reunión del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior (JAI) en Bruselas. Pintér calificó como un hito histórico la incorporación plena de Rumanía y Bulgaria al espacio Schengen, que se hará efectiva el 1 de enero.
Además, subrayó la necesidad de reforzar las fronteras de Grecia con Turquía y de Bulgaria con Turquía, así como mantener un control fronterizo secundario en la frontera húngara con Rumanía hasta el 30 de junio de 2025.