Agentes de la Policía Nacional en Palma han detenido a tres personas, acusadas de múltiples delitos relacionados con la trata de seres humanos con fines de explotación laboral, organización criminal, falsedad documental, amenazas y vulneración de los derechos de los trabajadores.
La investigación, liderada por el Grupo UCRIF IV, ha destapado una red criminal que captaba a trabajadores en Colombia bajo falsas promesas de empleo en España. Una vez en Mallorca, las víctimas eran explotadas en condiciones infrahumanas, aisladas de sus familias y obligadas a trabajar jornadas de 12 horas al día, los siete días de la semana.
Método de explotación: jornadas agotadoras y salarios ínfimos
Trasladados a Mallorca mediante engaños, las víctimas quedaban sometidas a un régimen de trabajo extremo y precariedad absoluta. Según la investigación, trabajaban en empresas de reparto a domicilio, con jornadas laborales interminables y salarios de apenas tres euros por hora. La organización les confiscaba la mayor parte de sus ingresos y no les ofrecía ni contratos laborales ni cobertura sanitaria.
Además, los delincuentes controlaban todos los aspectos de la vida de las víctimas. Les prohibían comunicarse con sus familias y les obligaban a borrar cualquier rastro en redes sociales para mantenerlas aisladas. Las condiciones de vivienda eran deplorables: varias personas compartían habitaciones, durmiendo en colchones en el suelo.
En caso de accidente laboral, el único interés de los responsables era el estado de los vehículos, dejando completamente desamparadas a las víctimas. Todo el sistema estaba diseñado para mantener su dependencia total de la organización criminal.
Líderes de la red: amenazas y total control
La trama estaba liderada por un cabecilla conocido por su carácter violento. Cuando percibía una posible investigación policial, forzaba a las víctimas a regresar a Colombia o las expulsaba de los alojamientos, dejándolas en la calle. El objetivo era evitar cualquier contacto externo que pudiera exponer las actividades de la organización.
Otro de los detenidos controlaba las cuentas bancarias y adquiría los vehículos utilizados en la operación, mientras que la tercera implicada supervisaba las jornadas laborales y la logística del reparto. La coordinación entre ellos permitía mantener una explotación continuada y sin interrupciones.
Operación policial: tres detenidos y desmantelamiento de la red
Tras una exhaustiva investigación de cuatro meses, los agentes de la Policía Nacional realizaron un operativo el pasado miércoles, arrestando a tres implicados: dos en Palma y uno en Inca. Durante la operación, se incautaron cuatro motocicletas y un coche utilizados para los repartos.
La colaboración de la Policía Local de Inca fue clave para intervenir y trasladar los vehículos al depósito municipal. Con estas detenciones, se ha logrado desarticular una red que mantenía en condiciones de abuso y semiesclavitud a personas vulnerables.
El cabecilla del grupo ha sido enviado a prisión provisional, mientras que los otros dos implicados están pendientes de juicio. Las víctimas, por su parte, están siendo atendidas por servicios especializados.