VOX en el Ayuntamiento de Manacor, encabezado por su portavoz Esteban Sureda, ha alzado la voz para exigir una gestión más responsable y transparente de los recursos municipales. Sureda ha denunciado que el equipo de gobierno, formado por PP y PSOE, aprobó un remanente de 15 millones de euros para ejecutar 37 proyectos sin incluir propuestas clave de la oposición, como el embellecimiento de la Plaza Ramon Llull, conocida como Plaza del Mercado.
El portavoz de VOX ha sido claro al señalar que, aunque su partido apoya las inversiones necesarias para el municipio, la gestión del equipo de gobierno genera desconfianza debido a su falta de diálogo y transparencia. «No podemos permitir que se convoquen plenos extraordinarios para decisiones que podrían debatirse en plenos ordinarios, limitando así el debate y la participación de la oposición», declaró Sureda.
Problemas en la Policía Local y los servicios públicos
Sureda también denunció el estado de abandono de instalaciones clave como el Parque Municipal, donde se encuentran las dependencias de la Policía Local. «Es inadmisible que mientras se inauguran nuevos parques y plazas, este emblemático espacio permanezca deteriorado, con la entrada precintada y sin mantenimiento», afirmó.
El portavoz destacó la precariedad que afecta a los agentes de la Policía Local, quienes trabajan en condiciones inadecuadas, acumulando horas extras impagadas. «Esto evidencia una falta de respeto hacia quienes garantizan nuestra seguridad», añadió.
Pago a proveedores y deuda municipal
Otro punto crítico planteado por VOX es la acumulación de deudas del Ayuntamiento con proveedores y empleados municipales. Según Sureda, resulta inaceptable que los remanentes no se utilicen para saldar estas obligaciones. «Esta mala gestión afecta directamente a los ciudadanos, que merecen un gobierno municipal eficiente y respetuoso con los recursos públicos», enfatizó.
La oposición ofrece colaboración, pero con condiciones
VOX ha reiterado su disposición a colaborar con el equipo de gobierno, pero siempre que se tomen en cuenta sus propuestas y se establezca un diálogo más abierto y transparente. «Mientras se nos trate con desdén y se ignore nuestra aportación, no podemos apoyar una gestión tan deficiente como la actual», concluyó Sureda.
