Cuesta creer el espectáculo que dio el Barcelona el pasado domingo en Villarreal comparado con el que ofreció este miércoles ante el Getafe. Es cierto que el partido era entre semana, contra un siempre incómodo equipo de Bordalás, quien estuvo ausente por indisposición, y en un estadio que, aunque tuvo una buena entrada, permaneció frío. Fue un Barça gris, falto de la velocidad y dinamismo con el balón que le caracterizan, pero Robert Lewandowski, fiel a su promedio goleador, apareció para dar la victoria a los suyos.
Inicio complicado para el Barça
El Barcelona tuvo muchas dificultades para entrar en el partido. El Getafe planteó una presión adelantada que asfixió a los de Flick, incapaces de hilvanar más de dos pases seguidos. El Barça no conseguía salir de su campo, y su rival le robaba el balón con facilidad. Carlos Pérez estuvo cerca de adelantar al Getafe, pero su remate fue salvado sobre la línea por Iñaki Peña.
El joven portero azulgrana era una de las grandes atracciones del partido, debido a la lesión de Ter Stegen. Peña tuvo una noche relativamente tranquila, más allá de esa ocasión de Pérez. Mientras tanto, el portero polaco Szczesny, en Marbella, se encontraba a punto de tomar un avión para cerrar su fichaje por el Barcelona.
Un error que definió el partido
El Barça tuvo la suerte de su lado, ya que sin haber generado mucho peligro, se puso por delante en el marcador. Un centro lateral de Koundé no fue controlado por David Soria, quien cometió un grave error, dejando el balón suelto en el área pequeña. Lewandowski, siempre oportuno, solo tuvo que empujar el balón a la red para hacer el 1-0.
El gol fue un golpe devastador para el Getafe, que perdió el ímpetu mostrado en los primeros minutos. Considerando que solo había marcado tres goles en las primeras seis jornadas, la remontada ante el Barcelona se convirtió en una misión casi imposible.
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Un Getafe inofensivo
Desde el gol de Lewandowski, el Getafe no volvió a inquietar a Iñaki Peña. Sin ocasiones claras ni sensación de peligro, el partido se tornó bronco, tal como suelen ser los enfrentamientos con el equipo madrileño. A pesar de ello, el Barcelona, con más insistencia que buen juego, tuvo algunas oportunidades para aumentar la ventaja. Lamine Yamal, con dos buenos remates, uno al palo, y otros intentos de Raphinha y Eric García, demostraron que el equipo blaugrana seguía buscando el segundo tanto.
El partido terminó sin mayores sobresaltos, salvo por una ocasión de Borja Mayoral en el último minuto que falló en su remate. Así, el Barcelona, posiblemente en su actuación más floja de la temporada, logró su séptima victoria consecutiva en La Liga.