El pasado 7 de octubre en Palma, un agente de la Policía Local fuera de servicio detectó un vehículo que circulaba de manera errática en la calle Jaume Balmes. El coche avanzaba muy lentamente y no respetaba las prioridades de paso, lo que llevó al agente a pedir la intervención de una patrulla policial.
Los agentes de la Unidad Motorizada (UMOT) detuvieron el vehículo en un semáforo en rojo. Cuando solicitaron la documentación al conductor, este inicialmente se negó a cooperar. Después de identificarlo, los policías comprobaron que el hombre, un ciudadano español de 71 años, tenía retirado el permiso de conducir por orden judicial. Tras comunicarle su situación, le informaron de su investigación por un posible delito contra la seguridad vial, que podría conllevar una pena de prisión de 3 a 6 meses, una multa de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
La esposa del conductor, alertada por los vecinos, llegó al lugar y explicó que la conducción errática de su marido se debía a una intervención quirúrgica reciente. Ella asumió la conducción del vehículo, mientras que el hombre recibió la advertencia de que deberá comparecer ante la autoridad judicial cuando sea citado.