Las acciones de Mercedes-Benz cayeron drásticamente este viernes tras anunciar la empresa una revisión a la baja de sus previsiones financieras, debido al rápido deterioro de su negocio en China. Este nuevo golpe supone un desafío adicional para el sector automovilístico alemán, que ya enfrenta importantes dificultades.
La caída en bolsa no se hizo esperar: al inicio de la jornada, las acciones de Mercedes-Benz bajaron más del 8%, aunque luego moderaron su descenso. No obstante, es la mayor caída intradía desde junio de 2020. En lo que va de año, el valor ha perdido un 12%. La noticia también afectó a otras marcas automovilísticas alemanas, con Volkswagen, BMW y Porsche registrando pérdidas del 2,5% al 3,5%.
El mercado chino y la desaceleración global
El debilitamiento del mercado chino, el más importante para Mercedes-Benz, ha sido clave en la revisión de sus expectativas. Los compradores chinos están aplazando las compras de modelos de lujo, como los de las gamas Clase S y Maybach. En consecuencia, Mercedes-Benz ha ajustado su margen de beneficios esperados en su principal unidad automovilística, reduciéndolo del 11% a un rango entre el 7,5% y el 8,5%.
En una conferencia con analistas, el CEO de Mercedes-Benz, Ola Källenius, prometió tomar medidas para aumentar los beneficios y lanzó una ofensiva de ventas en China, señalando que la compañía «no se quedará de brazos cruzados». Sin embargo, el anuncio de menores ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) para este año es un duro revés, en un momento en que Mercedes apuesta por el mercado de lujo para financiar su transición hacia los coches eléctricos.
Crisis generalizada en el sector automovilístico alemán
La situación de Mercedes-Benz refleja un problema más amplio en el sector automovilístico alemán. Volkswagen ha tenido que cancelar acuerdos laborales históricos, mientras que BMW también revisó a la baja sus previsiones debido a la recesión en China y a problemas técnicos con algunos de sus vehículos eléctricos.
La presión por cumplir con las normas europeas sobre emisiones de CO2 agrava aún más la crisis. La débil demanda de vehículos eléctricos está afectando las ventas, lo que pone en riesgo el cumplimiento de dichas normativas y expone al sector a multas multimillonarias.
Perspectivas y reacción del mercado
Analistas de UBS señalan que la magnitud del «profit warning» de Mercedes-Benz ha sorprendido al mercado. A diferencia de BMW, que enfrenta problemas técnicos específicos, Mercedes sufre una caída en las ventas de sus vehículos de alta gama, lo que ha planteado dudas sobre su estrategia de lujo y la rentabilidad a largo plazo. UBS prevé una reducción significativa en las previsiones de ganancias para 2025, lo que afectará el valor de las acciones.
Pese a las dificultades, Mercedes-Benz mantiene una política de distribución del 100% del flujo de caja libre (FCF) en dividendos y recompras de acciones, lo que continúa proporcionando una rentabilidad en efectivo del 10%, aunque inferior a las previsiones iniciales.