Óscar Puente toma una medida drástica al cesar al presidente de Adif tras los constantes fallos en la red de trenes.
El caos en la red ferroviaria sigue afectando a miles de usuarios con retrasos y cancelaciones, mientras el ministro intenta frenar las críticas destituyendo al máximo responsable del ente. Pero, ¿es esta destitución suficiente o debería el propio ministro asumir su responsabilidad?
Este viernes, el presidente de Adif, Ángel Contreras, ha sido despedido en medio de una ola de críticas por los continuos fallos en la red de trenes. Los pasajeros de los trenes de alta velocidad en Barcelona y Madrid volvieron a sufrir importantes retrasos debido a una nueva avería, lo que ha vuelto a poner en el punto de mira la gestión de las infraestructuras ferroviarias en España.
Caos en Atocha: ¡Retrasos de hasta 4 horas en trenes de alta velocidad!
Un verano marcado por el caos en los trenes
Desde el inicio del verano, las averías en la red ferroviaria han sido constantes, con incidencias tanto en la red de Cercanías de Madrid como en los trenes de alta velocidad. Caídas de tensión, problemas en la alimentación eléctrica y fallos en las vías han causado caos en estaciones clave como Barcelona-Sants y Madrid-Atocha.
Esta misma mañana, una avería en Barcelona-Sants obligó a cancelar y retrasar varios trenes, mientras que por la tarde otra incidencia en Madrid-Atocha afectó a los trenes AVE, Avlo y Avant, con retrasos de hasta una hora. La semana pasada, miles de madrileños vivieron una situación similar cuando una avería paralizó hasta ocho líneas de Cercanías en plena hora punta.
¿Es suficiente la destitución o falta más?
Ante este panorama, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha intentado calmar los ánimos con una medida drástica: la destitución de Ángel Contreras, presidente de Adif. El ministerio ha enmarcado esta decisión dentro de una reorganización más amplia que busca mejorar la gestión del ente y dar un «impulso» a las infraestructuras ferroviarias.
Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es si la destitución del presidente de Adif es suficiente o si el propio ministro debería asumir la responsabilidad por la situación. Las obras en las infraestructuras y el mantenimiento de la red han sido constantes, pero los problemas no cesan, y la paciencia de los usuarios está llegando al límite.
