VOX en el Consell de Mallorca presentará una moción en el Pleno ordinario de diciembre, que se celebrará el próximo jueves 12, para instar a la implementación de pruebas médicas exhaustivas que determinen la edad de los inmigrantes ilegales que alegan ser menores. Esta medida busca evitar que adultos queden bajo la tutela de las administraciones públicas, un problema que ha generado saturación en los servicios sociales de la comunidad.
Apoyo a las iniciativas del Govern Balear
La moción respalda la propuesta realizada por el grupo parlamentario de VOX al Govern Balear el pasado 18 de noviembre, donde se solicitó el uso de pruebas dentales para determinar con precisión la edad de los inmigrantes llegados a Baleares. Estas pruebas permitirían distinguir entre menores reales y adultos que intentan beneficiarse de recursos públicos reservados para la infancia en situación de vulnerabilidad.
Declaraciones de Toni Gili sobre la inmigración ilegal
El portavoz de VOX en el Consell, Toni Gili, ha subrayado que la inmigración ilegal se ha convertido en uno de los problemas más graves que afectan a Mallorca y al resto de Baleares. Gili destacó que este año se ha alcanzado un récord histórico con la llegada de más de 4.000 inmigrantes a la comunidad, duplicando las cifras del año anterior y provocando el colapso de los servicios sociales.
“La infiltración de adultos que se hacen pasar por menores es un abuso inaceptable que pone en riesgo la seguridad de los menores reales y satura nuestras infraestructuras”, afirmó Gili.
Además, señaló la negligencia del Gobierno central, que ha permitido un incremento sin precedentes en las llegadas de embarcaciones desde el Magreb.
Una medida técnica, legal y moralmente necesaria
Desde VOX, defienden que la implementación de pruebas médicas es una medida técnica, legal y moralmente necesaria para garantizar la justicia en la gestión migratoria. Estas pruebas, además de proteger los recursos destinados a los menores, envían un mensaje claro contra las mafias que explotan la inmigración ilegal y utilizan a menores como herramienta de presión hacia las instituciones.