España se presenta como una economía pujante, alabada incluso por prestigiosos medios como The Financial Times. Sin embargo, los datos macroeconómicos que muestran un crecimiento notable contrastan con la realidad que enfrentan los jóvenes españoles: salarios un 20% inferiores, acceso limitado a la vivienda y una independencia cada vez más tardía. Este artículo analiza las evidencias que explican por qué la generación actual vive en condiciones más difíciles que las de sus padres.
La vivienda: el problema estructural que asfixia a los jóvenes
El acceso a la vivienda es el principal quebradero de cabeza para los españoles, especialmente los menores de 35 años. Según el Banco de España, en 2002, el 66% de los hogares liderados por jóvenes eran propietarios. En 2022, esa cifra cayó al 32%.
Factores clave:
- Dificultad para acceder al crédito.
- Aumento de los precios inmobiliarios.
- En dos décadas, la deuda hipotecaria en jóvenes ha pasado del 40% al 6%.
La situación refleja una crisis estructural que dificulta la creación de un patrimonio propio entre los jóvenes, condenándolos al alquiler o a permanecer en el hogar familiar.
Salarios más bajos: una brecha cada vez mayor
El salario medio de los menores de 35 años es un 20% inferior al de hace dos décadas, según datos de la Universidad Complutense de Madrid y Funcas. Este fenómeno es más marcado en jóvenes con estudios superiores, quienes, a pesar de tener más cualificación, reciben menos que generaciones anteriores.
Comparativa generacional:
- 35-44 años: 16% menos.
- 45-54 años: 6% menos.
- Mayores de 75 años: Renta un 41% superior.
El aumento de la riqueza en los mayores genera una brecha generacional que lastra las oportunidades de los jóvenes.
Bases de cotización: salarios bajos, pensiones inciertas
El informe del BBVA de 2023 confirma que las cohortes más jóvenes tienen menores bases de cotización que sus predecesoras. Por ejemplo:
- La generación nacida en 1985 aún no alcanza la base media de cotización a los 34 años.
- La generación de 1955 logró este hito a los 27 años.
Este retraso en el desarrollo profesional compromete no solo su presente, sino también su futuro, incluyendo el acceso a pensiones dignas.
Independencia tardía: el 86% sigue viviendo con sus padres
El acceso limitado a la vivienda y los salarios insuficientes han llevado a que el 86% de los menores de 34 años vivan con sus padres, un dato 18 puntos superior a la media europea. Esta tendencia refleja:
- Precios del alquiler desorbitados.
- Falta de políticas estructurales efectivas.
Sin preogreso generacional
La situación de los jóvenes españoles evidencia una ruptura en la promesa de progreso generacional. Mientras que sus padres lograron mejorar el nivel de vida respecto a sus abuelos, la generación actual enfrenta obstáculos que parecen insuperables: salarios bajos, precios de vivienda prohibitivos y menor estabilidad laboral. Los datos no solo confirman esta realidad, sino que advierten que, de no tomarse medidas estructurales, la brecha intergeneracional seguirá ampliándose.