El ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, ha lanzado duras críticas hacia el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras rechazar la política migratoria impulsada por Giorgia Meloni, que incluye la creación de centros de deportación fuera de la Unión Europea. Piantedosi calificó de «singulares» las críticas de Sánchez, subrayando que España «ha disparado en ocasiones contra inmigrantes» que intentaban cruzar la frontera desde Marruecos.
Durante una entrevista en la cadena italiana ‘La 7’, Piantedosi defendió la necesidad de políticas más estrictas para frenar la inmigración irregular. «Creo que España debe tener en cuenta el equilibrio de algunas consideraciones respecto a las políticas concretas que aplica para la contención de la inmigración irregular en su territorio», afirmó, refiriéndose a la postura más flexible que ha mantenido Sánchez en comparación con otros países de la Unión Europea.
Sánchez se opone a los centros de deportación fuera de la UE
En una rueda de prensa tras el Consejo Europeo, Pedro Sánchez reiteró su rechazo a la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de establecer centros de deportación de migrantes fuera de las fronteras europeas. Esta política, que se alinea con las iniciativas defendidas por Meloni, no resolvería el problema de la inmigración, según el líder español, sino que «crearía nuevos problemas».
Sánchez ha abogado por una «migración ordenada, responsable y bien gestionada» como respuesta al desafío demográfico que enfrenta la Unión Europea. A su juicio, este enfoque es clave para el crecimiento económico y la sostenibilidad del estado de bienestar en España y otros países europeos.
Europa se mueve hacia políticas migratorias más restrictivas
A excepción de España, la mayoría de los países europeos están cambiando sus políticas hacia un control más riguroso de las fronteras. Incluso gobiernos de corte socialista, como los de Alemania e Inglaterra, han adoptado medidas más estrictas en la gestión de la inmigración. Este cambio deja a España en una posición aislada dentro del bloque comunitario, defendiendo políticas más inclusivas en un contexto donde la tendencia es hacia la contención y el control.