La banca en España está recuperando terreno en la concesión de créditos, alcanzando cifras no vistas desde hace más de una década. Entre enero y agosto de este año, las entidades financieras han concedido un total de 335.414 millones de euros en nuevos préstamos, lo que supone un aumento del 15,8% respecto al año anterior y niveles de financiación similares a los de 2012, cuando se llegó a los 381.800 millones.
Este auge en la concesión de créditos llega de la mano de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ha comenzado a reducir los tipos de interés tras varios años de subidas. Estas subidas habían provocado un freno en la demanda de productos financieros, especialmente en las hipotecas, donde las tasas superaban en algunos casos el 18%. Sin embargo, con la bajada del euríbor y la expectativa de que los tipos de interés continúen disminuyendo, la situación ha empezado a cambiar.
Crecimiento en hipotecas, consumo y empresas
El crédito a familias y empresas se ha acelerado de manera notable. Las hipotecas crecieron un 12,39%, el crédito al consumo un 17,75%, y los préstamos a empresas aumentaron un 16,41%. Según los datos del Banco de España, en los primeros ocho meses del año se concedieron 41.658 millones de euros en préstamos para la compra de viviendas, un incremento frente a los 37.067 millones del año anterior. Los préstamos al consumo ascendieron a 24.588 millones, superando los 20.881 millones de 2023, y el crédito a empresas alcanzó los 257.032 millones.
Este resurgir de la financiación responde no solo a la bajada de los tipos de interés, sino también al fuerte proceso de desendeudamiento que ha experimentado el sector privado, lo que ha fortalecido sus balances y aumentado su capacidad de endeudamiento. Actualmente, el crédito en manos de empresas representa el 81% del PIB, una cifra muy inferior al 141% previo a la crisis financiera de 2008, mientras que en los hogares el ratio ha caído del 86% al 46%.
Un futuro prometedor para el crédito
Las perspectivas para el sector bancario son optimistas. Se espera que el BCE continúe bajando los tipos de interés hasta niveles entre el 2,25% y el 2,5%, lo que permitirá a las entidades financieras abaratar aún más los préstamos y aumentar los volúmenes de negocio. Con esto, el sector busca compensar el ajuste en los márgenes provocado por la caída del euríbor.
Además, la demanda de crédito por parte de empresas y familias ha vuelto a crecer, algo que no sucedía desde 2021. Esto ha permitido que los bancos puedan aumentar sus operaciones, no solo en los préstamos a largo plazo, sino también en productos más inmediatos como el crédito al consumo.
El impacto de los tipos de interés
A pesar del empuje en la concesión de créditos, las familias y las empresas siguen mostrando cautela. Durante los últimos años, la prioridad ha sido amortizar hipotecas y reducir deudas para mitigar el impacto de los tipos de interés en las cuotas mensuales. Sin embargo, la tendencia está cambiando y, con la expectativa de un descenso continuado en los tipos, se prevé que la demanda de financiación siga aumentando, especialmente en sectores clave como la vivienda y la inversión empresarial.