Las «calmas» en Baleares, un fenómeno meteorológico que reduce los vientos entre noviembre y enero, están favoreciendo el aumento alarmante de la inmigración ilegal en las Islas Baleares. Este fenómeno, caracterizado por la ausencia de viento y mares tranquilos, ha convertido a la región en un punto estratégico de llegada masiva para los inmigrantes que intentan alcanzar las costas españolas. En 2024, las cifras ya duplican las del año anterior, y la tendencia sugiere que será un año récord.
Un incremento sin precedentes
En lo que va de 2024, 5.444 personas han llegado en 327 pateras, un aumento del 138% respecto a las 2.278 personas que arribaron en 128 embarcaciones en 2023. Este lunes, solo en Ibiza y Formentera, se interceptaron 55 inmigrantes en tres grupos diferentes. Salvamento Marítimo y las autoridades locales rescataron a personas en playas y zonas cercanas, incluyendo es Copinar y playa d’en Bossa.
Este repunte en las llegadas responde no solo a las condiciones marítimas favorables, sino también al endurecimiento de controles en otras rutas tradicionales del Mediterráneo. La proximidad de las islas a la costa argelina las convierte en un punto de acceso estratégico para quienes buscan entrar a Europa.
Baleares, en alerta por récords históricos
La tendencia al alza recuerda los registros de 2018, cuando 57.498 inmigrantes desembarcaron en las costas españolas. La situación actual podría igualar o incluso superar esos números, ya que solo en Baleares, en los primeros meses de 2024, se ha registrado 2,38 veces más llegadas que en 2023.
Además de las «calmas», otros factores contribuyen a esta crisis. Las aguas tranquilas de invierno y la ubicación de las islas en el Mediterráneo occidental facilitan la travesía desde Argelia, mientras que la falta de controles exhaustivos en esta región incrementa la presión migratoria en el archipiélago.
Soluciones urgentes en el horizonte
El aumento de la inmigración ilegal en Baleares exige una respuesta coordinada. Las autoridades locales, Salvamento Marítimo y el Gobierno Central enfrentan una crisis que requiere medidas tanto en términos de vigilancia como de acuerdos internacionales con los países de origen.
La necesidad de estrategias más efectivas para gestionar esta realidad se hace cada vez más urgente. La combinación de factores meteorológicos, geográficos y sociales que afectan a las Baleares seguirá siendo determinante en los próximos meses.